Este análisis ha sido realizado con un código de PlayStation 4 proporcionado por PlayStation España.

Mientras me acercaba a la comisaría envuelto por una espesa niebla mi cabeza no podía dejar de pensar en las últimas desapariciones que habían acaecido en la ciudad. Una vez dentro del vestíbulo subí las escaleras que conducían a mi despacho y, una vez allí, contemplé desde el balcón la fría y húmeda noche.

En un primer momento no lo advertí pero, al entrar en el interior de la sala de pruebas que hay junto a mi despacho, descubrí una nota dejada por uno de los agentes a mi cargo que hablaba sobre un paquete que alguien había dejado a mi nombre. Al abrirlo encontré un extraño objeto que era mucho más que un simple monóculo.

Una saga de largo recorrido

La realidad virtual de PlayStation parecía haber entrado en un tiempo de sequía, pero en las últimas semanas parece que la cosa se está animando. Bueno prueba de ello son títulos como Paper Beast, toda una joya del autor del creador del imprescindible Flashback (aquí nuestro análisis) o este The Room VR: A Dark Matter Game.

Nos encontramos con el nuevo trabajo de Fireproof Games, una compañía muy conocida por los usuarios de iOS y Android y por los amantes de los juegos de puzles en general. En 2012 lanzaron The Room, un juego basado en conseguir abrir misteriosas cajas que contenían oscuros misterios. Sí, se trata de un Escape room.

Hasta la fecha han sido lanzadas cuatro entregas, llegando incluso a aparecer en Nintendo 3DS y Nintendo Switch. Con The Room VR: A Dark Matter Game llegamos al quinto juego de la saga con una versión completamente adaptada a la realidad virtual. ¿Cómo le habrá sentado el salto de las pantallas planas al mundo virtual? Vamos a verlo.

Una historia que atrapa

A poco que seas aficionado a Agatha Christie o Sherlock Holmes la ambientación de principios del siglo XX te atrapará por completo, transportándote a una comisaría de época en la que dará comienzo nuestra enigmática aventura detectivesca.

Nuestro objetivo será descubrir que se esconde detrás de unas extrañas desapariciones que están aterrorizando la ciudad. Para ello contaremos con la ayuda de un extraño monóculo que nos permitirá ver más allá de lo que se ve a simple vista (y acceder a lugares extraños) y con la guía del Artesano, un enigmático personaje que nos irá acompañando a lo largo de toda la aventura.

Vamos a caminar un rato

Cuando hablamos de un título para realidad virtual siempre nos preguntamos cómo avanzamos (caminando o a saltos), cómo nos giramos (con grados) y si marea. En este nuevo The Room VR no tendremos movimiento libre. Por el contrario, apuntaremos a unos haces de luz y seremos teletransportados automáticamente a ellos. Una lástima que no podamos movernos libremente por los escenarios que iremos encontrando pero, a la que llevas tres horas de partida tienes la sensación de haber recorrido cada uno de los rincones de la sala.

Lo mismo sucede con el giro, que en este caso es por grados. La verdad es que está tan bien implementado que no molesta en ningún momento, sino que se trata de la mejor decisión de diseño posible. Y sobre el mareo decir que este es un título claramente antimareo. Es imposible llegar a notar el más mínimo síntoma de mareo.

Resolviendo puzles

La mecánica principal de The Room VR: A Dark Matter Game se basa en la resolución de puzles amenizados con un alto componente narrativo que envolverá las cerca de cinco o seis horas de partida. En este sentido he de confesar algo. En general, cuando he de enfrentarme a un puzle en un videojuego, tengo dos grandes problemas: el quedarme atascado y que solamente pueda interactuar con el botón que he de mover sin recibir ningún tipo de pista de cómo funciona el puzle en cuestión ¿He de mover el botón, he de resolver un mecanismo de lógica o de “ir probando”, he de dibujar algo o hacer algún movimiento concreto?

En este sentido, la manera en que están implementados en este videojuego es simplemente genial. Nos sitúan frente a varios espacios dentro de una sala en los que podremos interactuar con diferentes objetos (abrir armarios, mover botellas, accionar mecanismos). Pronto descubriremos que nos faltará algún objeto para poder accionar una polea o que tendremos que utilizar el monóculo para ver más allá de lo material y resolver algunos puzles.

Hasta aquí todo bien pero, ¿son lógicos? La respuesta es sí, solamente hay que pensar y darle vueltas al tema hasta dar con la clave que nos lleve al éxito. Y aquí es donde entra una de las partes más divertidas de todo el juego. Por un lado, cuando nos quedamos atascados, recibiremos hasta tres pistas que, más o menos, sin dictar exactamente lo que se ha de hacer, nos guiarán hacia la resolución de los puzles de una manera bastante explícita.

Pero lo más sorprendente de todo esto es que, a parte de esta capa de ayuda bastante evidente, encontramos una segunda capa de pistas mucho más sutil y gratificante. Un ejemplo: nos encontramos ante el sarcófago de una momia antigua. Junto a ella hay un pequeño atril con un cuaderno. Ese cuaderno tiene una serie de anotaciones. Es un objeto claramente para crear ambiente. Luego vamos encontrando jeroglíficos por toda la sala. Algunas fotos y tallas descansan sobre las mesas.

Todo lo descrito sirve para crear ambientación. Donde realmente explota la cabeza es cuando caes en la cuenta de que cada uno de esos adornos ambientales también son pistas para resolver los puzles. Es lo que llamo pistas ambientales. Están por todas partes, sólo has de ser lo suficientemente observador para saber que un cuadro puede ser una pista y no un objeto “random” decorativo.

Ambientación e inmersión

Y hablando de la resolución de puzles y de esas pistas ambientales es considero que ha llegado el momento de hacer una mención especial a la ambientación y, sobre todo, a la tremenda inmersión que consigue crear el título de Fireproof Games. Los diferentes escenarios (la comisaría de policía, el museo egipcio, una iglesia antigua y la casa de la bruja) están recreados con todo lujo de detalles. Podrás interactuar con algunos de ellos de forma natural, aunque no se puede “tocar” todo. Si abres un cajón, lo harás como normalmente realizas esta acción en la vida real.

Interactuar con los diferentes objetos se convierte en algo mágico y natural al mismo tiempo, y algunos puzles son realmente brillantes tanto en su ejecución como en su resolución. El juego es tan inmersivo que, cuando me he quedado pensando en cómo superar la prueba de alguno de los acertijos que nos propone, simplemente me he tomado el tiempo necesario para reflexionar y, mientras mis ojos bailaban entre los objetos que me rodeaban, poco a poco iba llegando a la solución.

Los sonidos ayudan enormemente a crear el ambiente de cada una de las salas. Es un silencio lleno de pequeños ruidos ambientales que producen los viejos muebles al crujir, o un objeto lejano que se cae, o ese “falso silencio” de una sala de museo vacía. A veces, una pequeña melodía suena cuando resolvemos algún acertijo. Es muy sutil y no rompe con la atmósfera creada por “los sonidos reales”.

Detalles técnicos

La resolución de las PS VR es la que es, así que no se le puede pedir más. Con esto no quiero decir que sea mala. Todo se ve con gran detalle. Existe un trabajo artístico tremendo. Todo está bien diseñado y es bastante creíble. El diseño es realista.

Pero la definición no es del todo buena. Por ejemplo, un pergamino enganchando en la pared lo veremos perfectamente, pero lo escrito o dibujado en su interior se mostrará más difuminado. Teniendo en cuenta que son pistas ambientales podrían haber cuidado este aspecto un poco más.

La resolución de los objetos principales es alta, con lo cual disfrutaremos de sus formas, colores y reflejos. El juego está totalmente en español y los textos se leen bien, sin dificultad. El sistema de menú en el aire está bien implementado y todo funciona de forma orgánica. Se puede utilizar tanto el DualShock 4 como los Move, aunque recomentamos encarecidamente la utilización de estos últimos por la inmersión que crean.

Conclusión

Si te gustan las novelas y series de misterio disfrutarás mucho con este título por su ambientación, por la historia y por la satisfacción generada cada vez que resuelves un puzle. Todo lo que hace el juego, lo hace bien. Los diferentes escenarios, todo lo relacionado con el monóculo y sus poderes, la interacción con los escenarios y objetos, las pistas ambientales y la naturalidad con que se hace todo muestra el bien hacer por parte de Fireproof Games. Se nota que han puesto mucho cariño.

Es curioso ver cómo las limitaciones en cuanto a movimiento que tiene The Room VR: A Dark Matter Game no han impedido que tengamos la sensación de haber recorrido todos los escenarios a pie, examinando cada uno de sus rincones. En este sentido, el nivel de inmersión es total. Estamos ante un juego altamente recomendable que no puede faltar en tu videoteca de realidad virtual.